El perro y el hombre
De los animales carnívoros, el perro ha acompañado al hombre desde a lo menos el año 8000 A.C. Se especula que desde que hombre primitivo apareció, el perro lo protegió tanto a él, como a su ganado de todos los predadores que en ese momento habitaban en la tierra, y parece irónico que varios siglos más tarde aún permanezca junto a él para alertarle de los peligros y evitar que otros animales puedan dañarle a él, su familia y ganado.
A medida que el hombre fue desarrollando una organización social compleja, dio fin a su realidad de nómade y comenzó a demostrar sus actitudes en el desarrollo técnico, fue apareciendo un segundo grupo de perros, los perros de deporte, los que fueron entrenados con el fin que se convirtieran en perros rastreadores y excelentes cazadores.
Un tercer grupo fueron los perros de compañía, los que aparecieron gracias a la soledad del hombre el que necesitaba sentirse acompañado, por lo que comenzó con su crianza, y así es como en la actualidad muchos de estos perros reflejan características psicológicas y faciales de sus mismos propietarios.
Hoy en día es posible encontrar una infinidad de razas de perros en todo el mundo, pero de acuerdo al American Kennel Club (1968) se reconocen solamente 125 razas. La mayoría de éstas han sido criadas en Europa, pero a medida que fueron incrementando los viajes, fueron aumentando las razas en América.
Entre todas las razas de perros existentes es posible encontrar miles de diferencias morfológicas, de tamaño y peso. La forma de la cabeza puede ir de redonda y acromegálica, o puede tener la nariz aplanada como en el caso de los perros Boxer, o puede también ser larga y fina con una extensa nariz como los perros Galgos. Su cuerpo puede ir de corto como los Chihuahua, redondeado como es el caso de los Bulldog o largo como los perros Teckel, y así una infinidad de características distintas entre cada raza existente.
Muchas de las peculiaridades de las distintas enfermedades son atribuidas directamente a estas variaciones. De aquí es posible enumerar varios ejemplos como la hidrocefalia en razas pequeñas, respiración dificultosa en los perros braquiocefálicos, desviación hacia lateral de los miembros anteriores, alta incidencia de tumores en los perros bóxer, displasia de cadera en las razas grandes como el Pastor Alemán, etc.
Aquellos perros que son altamente seleccionados, pueden de alguna u otra forma superar a los perros ancestrales en cuanto a capacidades específicas, pero no del todo, ya que hay algunas de estas destrezas y características que se han adquirido con es costo del sacrificio y dilución de otras.